El domingo se llevó a cabo la posesión presidencial en Colombia, un hecho histórico a decir verdad y en medio de este magno evento la moda por supuesto dio de que hablar, no me refiero a aquellas opiniones donde se juzga como fueron vestidos porque como lo he expresado incontables veces la moda es un medio para expresarnos, un medio para decir quiénes somos, un medio para hablar cuando la sociedad nos obliga al silencio, un medio de expresión valido, contundente y directo y antes de criticar un atuendo es bueno entenderlo y observar lo que nos quiere decir o quiere expresar y en esta ocasión no fue la excepción.
Muchos se preguntan porque para quienes trabajamos en la moda esto es tan importante y por qué el domingo se inundaron las redes sociales compartiendo y explicando los atuendos de los asistentes, pues bien por años la moda ha sido el medio que han tenido las mujeres participes de la política ya sea como primeras damas, congresistas, representantes a la cámara, senadoras y actualmente vicepresidentas para expresar mensajes claros cuando se creía que su papel era meramente ornamental y aunque como escribí anteriormente, las cosas han ido cambiando en cuanto a representación la moda jamás ha dejado de ser ese aliado que entiende y plasma la historia, su evolución y los hechos que pasan en el mundo, en Colombia desde Tutina de Santos como primera dama no veíamos una representación de la moda colombiana tan amplia, recordemos que Tutina se caracterizó por utilizar la moda como un mensaje y fue un medio para poner a la moda colombiana y sus diseñadores en el radar internacional, las miradas del mundo en cada evento, cada visita presidencial recaían en ella, en su atuendo y lo acertado de cada uno no solo por elegancia sino por la simbología detrás de cada color, cada silueta, cada diseño elegido, eso precisamente es la moda, la moda ES un acto político lleno de simbolismos, referencias y mensajes contundentes y observar como este concepto de la moda es acogido ya no solo por mujeres sino también por hombres es un hecho realmente sorprendente, utilizar la expresión “desfile de moda” como algo banal y superficial en estos eventos políticos por el hecho de que la moda resalte es no entender lo mucho que una pasarela puede expresar, impactar y contar y estos eventos son una oportunidad de hablar sin emitir palabra alguna, de contar historias y de hacer visible lo que otros quieren tapar, la moda como medio y acto político se ha utilizado por siglos, no es algo inventado en la actualidad y es por esto que es tan relevante e importante de entender como lo es por ejemplo observar a la nueva primera dama y sus hijas vistiendo pantalón, algo realmente atípico pero que sin duda es un símbolo de poder femenino utilizado desde la época de Coco Chanel, las mujeres usaban esta prenda para hacer las labores de sus maridos quienes se tuvieron que ir a la guerra y era una prenda usado por las sufragistas en sus marchas como prenda representativa de su lucha en la igualdad de la mujer por el derecho al voto, Tutina con un traje sastre, un traje que por años se creyó masculino pero que en 1966 apareció como símbolo de poder femenino y que en ese entonces la mujer que llevara este traje era vetada de algunos establecimientos, pudimos observar también el uso del blanco en Verónica Alcocer y Tutina, un color que se conoce como el “sufragette White” o el blanco sufragista, color utilizado por las sufragistas en su lucha por crear un movimiento político que le permitiera a la mujer su voto y participación política y por supuesto el color de la paz, también observamos el uso del morado, un color símbolo del feminismo y de la lucha de las mujeres por la igualdad y principalmente el reconocimiento de sus derechos, utilizado por Sofía Petro en cuya chaqueta además del color morado se observaba las frases “consciencia social y consciencia ambiental” dos problemas que aquejan al mundo pero por los cuales muy pocos hacen algo; los invitados internacionales recibieron como obsequió una pañoleta de la marca Manifiesta, una marca de moda creada por excombatientes del conflicto armado, que mejor manera de contarle al mundo la apuesta por la paz, las segundas oportunidades y el tejido social que se busca construir a través de estos emprendimientos, símbolos como el traje del representante a la cámara Andrés Cancimance que representaba la reconstrucción inconclusa del municipio de Mocoa, trajes donde lo artesanal era el elemento principal en diversos tejidos, bordados y pinturas, como dejar atrás la imagen de Carlos Pizarro, candidato presidencial asesinado en campaña años atrás, bordado en la espalda del abrigo utilizado por su hija, porque la moda también es historia tanto mundial, nacional como personal y para mí el símbolo más grande de la moda como acto político fue ver como los diversos representantes, invitados y congresistas pertenecientes a diversas etnias dejaron a un lado esa idea de tener que acoplarse a los trajes tradicionalmente impuestos para empezar a vestirse con los trajes que represente a su cultura, a su etnia a sus tradiciones buscando resaltar el trabajo de diseñadores del choco y del pacifico, dos de los sectores más olvidados en nuestro país, ya sea con detalles incluidos en sus trajes, estampaciones alusivas, tejidos y complementos donde la artesanía y esos saberes ancestrales se resaltaran para gritarle al mundo que en Colombia la moda es un acto político que habla y expresa.
Imágenes tomadas de cuentas oficiales de diseñadores y medios no tradicionales
Independientemente de ideologías y posturas esta posesión nos mostró que la moda es un arte lleno de simbolismos y el hecho de que la política tenga tan claro esto es una muestra del poder de la moda, nada en el vestuario es elegido al azar, todo tiene una razón, un porqué y principalmente un para qué; hay un imaginario en el mundo sobre lo que es Colombia en cuanto a moda y estos hechos son la oportunidad para mostrarle al mundo la historia desde los ojos de los diseñadores de diversas regiones inspirándose en la diversidad que nos representa.
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