Te suenan preguntas como ¿cuántas publicaciones debes hacer al día? ¿cuántos números de reels es lo correcto para alcanzar al algoritmo de Instagram? ¿Mejor una foto o un video? O también ¿dudas si publicar un contenido y al final te quedas en tu carrete de fotos con piezas sin publicar? Son preguntas que también yo me he hecho en algún momento y justamente esta semana pensando en esto me he preguntado ¿en qué momento el publicar en redes sociales se convirtió en una carrera sin descanso que está generando una gran ansiedad para las marcas y creadores de contenido?
Si bien es cierto que es necesario una presencia en redes para que nuestra marca se posicione y para que las personas generen una recordación de esta y la tengan en su radar de compras y referentes, la realidad es que no existen fórmulas mágicas cuando de publicar contenido se trata, quizás hayan ideas, consejos y tips que puedan funcionarnos muy bien pero si algo he aprendido en estos 6 años de creadora de contenido es que lo más importante es la calidad sobre la cantidad, a veces nos afanamos por publicar de manera urgente o porque no hemos publicado nada durante el día pero, como diría aquel dicho popular, del afán solo queda el cansancio, y podemos cometer el error de convertirnos en spam saturando a nuestra audiencia quienes a su vez notan ese vacío y lo que es peor a nosotros mismos y nuestra salud mental, y aunque las métricas, las estadísticas y el alcance son importantes para medir lo que le gusta a nuestro mercado la calidad también está presente cuando creamos un contenido que genuinamente nos guste a nosotros, que conecta con nosotros como creadores, que refleje la esencia de nuestra marca porque esto se nota a través de la pantalla, lo notan quienes nos siguen y a quienes les llega nuestro contenido, no te sientas mal si alguna publicación no obtuvo el alcance que esperabas o imaginabas, las redes tienen su propio juego y un algoritmo difícil de descifrar al 100% porque siempre está cambiando así que concéntrate en la calidad de lo que creas, en encontrar ese equilibrio perfecto de contenido entre el gusto de tu audiencia, la identidad de tu marca, ese ADN que siempre debe estar presente y en lo que te gusta a ti.
Comentarios