Imagen tomada del Instagram oficial: @bossbabe.inc
El pasado fin de semana leí un artículo publicado por www.fabulousmatters.com en el cual se hablaba claramente del negocio de los auto proclamados influenciadores y la manera como esto se ha utilizado engañando seguidores, marcas y dañando totalmente el concepto de lo que realmente significa el ser un influenciador.
Es verdad que gracias a la era tecnológica en la cual nos encontramos esto se ha prestado para la creación de estas personas, pero especialmente para un negocio que tristemente solo pocos realmente toman en serio.
El número de seguidores en Instagram se han convertido en una obsesión tan grande que han llevado a la compra de los mismos sin importar si son reales o no para así hacerse ver “popular” en sus redes sociales, atraer público real que confía en estas cifras y por ultimo marcas que recurren a ello creyendo que estos números les generaran mercado, atracción de clientes, posicionamiento de marca y ventas como técnica de mercadeo.
@fatpandora es una de las influenciadoras digitales Colombianas con mayor valor en sus contenidos influenciando y promoviendo la moda plus size y el amor por nosotras mismas más allá de estereotipos
¿Pero realmente se han puesto a pensar en la manera como esto afecta empresarialmente? El uso de influenciadores como imagen de las marcas es una herramienta sumamente favorable y atrayente de público en un mercado que quizás no teníamos contemplado e incluso para la generación de recordación de marca, siempre y cuando esta estrategia sea utilizada de una manera correcta. Muchas marcas desafortunadamente y en especial en nuestra ciudad corren detrás de aquellas personas con un número gigantesco de seguidores sin si quiera evaluar los pros y los contras de estas personas ofreciéndoles productos de manera gratuita, contratos pagos y productos por ser la imagen durante cierto tiempo, pagos por mencionar sus marcas en algunas de sus publicaciones y fotos, descuentos especiales y porcentajes por las ventas realizadas a través de códigos que estos influenciadores le ofrecen a sus seguidores para obtener descuentos en compras, entre otras como tipos de contrataciones y gastos en los que incurre una empresa con el objetivo de posicionar su marca. Es aquí donde existe el gran error y el problema del asunto, ya que no les importa recurrir a prácticas deshonestas como lo es la compra de seguidores, giveaways falsos y el pago a páginas que ofrecen un crecimiento que sinceramente es extremadamente increíble en cuestión de días y para ser honestos algo poco realista a menos que sean Chiara Ferragni, Selena Gómez, Cristiano Ronaldo o cualquier otra celebridad o influenciador ya establecido y con trayectoria. Lo que estos falsos influenciadores no contemplan es que enviar un producto, un regalo o pagarles por una publicidad por sencilla que sea es un costo y un gasto para cualquier empresa y sobre todo para aquellos emprendedores que están iniciando, hacer cada producto, conseguir su materia prima y posteriormente enviarlo generan gastos y por lo tanto las marcas desean ver que estos les generen beneficios a largo plazo, beneficios que se traducen en aumento en sus seguidores para posteriormente obtener una respuesta objetivo o lo que en mercadeo se conoce como conversiones que son likes, comentarios, compartir las publicaciones y la mayor conversión a la que se anhela que son las VENTAS.
Hacer un estudio de sus perfiles, seguidores como estrategia de análisis de mercado, credibilidad y posible compatibilidad con la marca
Por supuesto esto no es solo culpa de aquellas personas, también lo es de las empresas al solo guiarse por el número de seguidores que puedan tener estas cuentas sin evaluar factores claves como lo son:
Real influencia de estas personas dentro del mercado: Cómo es su interacción con el público, de qué manera el mercado reacciona ante sus publicaciones.
Compatibilidad con la marca: No se trata de contratar por popularidad, nuestras marcas tienen un ADN, una identidad que las hacen ser quienes son y por eso ser reconocidas en el mercado, entonces ¿por qué contratar o enviar obsequios a alguien cuya identidad, personalidad e imagen realmente no transmiten lo que yo quiero transmitir con mi marca?
La relación entre sus seguidores y sus likes/comentarios: ¿de qué sirve una cuenta con 40.000 “seguidores” si cada publicación únicamente tiene 40 likes? No existe coherencia alguna.
Entender que la única manera de llegar a un público masivo no se basa solo en colocar fotos, se basa en un contenido de valor que interese a segmentos de mercado.
Esto no es un concurso de popularidad, es una estrategia de mercadeo en donde cada parte debe obtener un beneficio, un influenciador no se trata de sonreír y verse bien en las fotos, es aquella persona que, como su nombre lo indica, influye en la vida y en el actuar de otras personas, es aquella persona que crea valor en sus contenidos a tal punto de conectar con las personas y hacer que estas se sientan tan identificadas que confíen a ciegas en sus recomendaciones como si se tratara de un amigo, pero más importante aún personas que respetan a su público, a las marcas y a su identidad, esto es lo que finalmente genera fidelización, ventas, recordación de marca pero más importante aún credibilidad en el mercado.
Consideremos el uso de influenciadores como una inversión a largo plazo en la cual ustedes esperan ganar, mandan el obsequio, realizan alguna publicidad con ellos, comparten sus fotos pero al poco o largo tiempo la respuesta no es la que ustedes esperaban quedando así no con una inversión sino con un gasto que fácilmente pudieron haber invertido en otro tipo de estrategias o personas sobre todo cuando se es emprendedor y el presupuesto está a la medida o ajustado, o peor aún de que sirve que nuestra marca sea mencionada por influenciadores que incurren en prácticas poco favorables con tal de tener cada día más seguidores, o cuya actitud y actuar no está dirigido hacia nuestro público objetivo, recordemos que los consumidores son cada vez más conscientes y estas prácticas son de conocimiento público haciendo que no solo los auto proclamados influenciadores sino muchas de las marcas que pautan erróneamente con ellos pierdan credibilidad rompiendo ese lazo de fidelidad que ustedes tanto han trabajado por construir y crear generando pérdidas, así como aquellos que ya parecen un supermercado al publicitar cuanta marca les hace ofertas dejando también en tela de juicio su recomendación ya que se nota que es un negocio y no una real recomendación y junto a ello perdiendo un potencial publico las marcas así como perdida de la inversión realizada puesto que el objetivo y la meta trazada podrá darse pero no en la medida esperada.
Los más importante es mantener nuestro ADN de marca y experiencia corporativa y eso incluye el uso de influencers con un mercado potencial igual al que deseamos llegar
Recordemos que no es una carrera, debemos ser conscientes de los gastos, costos y presupuesto de nuestra marca para así tomar las decisiones correctas, no estoy diciendo que no se deban tener en cuenta influenciadores, por el contrario me parece una estrategia de gran valor, se trata de evaluar aquellos influenciadores REALES que conecten con nuestra marca y con ello nos acerquen a ese mercado al cual queremos llegar, que realmente nuestra marca se posicione y crezca de manera permanente, cada decisión de nuestra empresa es sumamente importante y no puede ser tomada a la ligera, nuestros bolsillos siempre serán los primeros afectados o beneficiados, es una estrategia de marketing que como toda estrategia tiene una jugada maestra para hacer de esta la clave y obtener ganancias y mercado que es lo que realmente deseamos.
Emprendedores evalúen muy bien sus opciones y sus presupuestos, y dense cuenta que los influenciadores reales los tienen al alcance de sus manos, que mejor que ustedes mismos como propietarios ser la imagen y los influenciadores de sus marcas, conocen cada parte de ella y el amor por cada producto y servicio brota en cada poro de la piel, esa es la experiencia que el público desea ver, conocer quien está detrás de la marca, ser voceros de su empresa y de lo que esta representa, construir una imagen personal en concordancia con la imagen corporativa que ustedes crearon y por tanto tiene características y detalles propios; comencemos con esta herramienta que le da vida y una cara a nuestra marca para así poco a poco recurrir a otros que le generen aún más valor y crecimiento.
Y ustedes queridos influenciadores y público fiel de Business à la mode recuerden que el que mucho abarca poco aprieta, es más valioso ganarse los seguidores a pulso, paso lento pero seguro, con constancia y dedicación teniendo como premisa siempre que más allá del número de “seguidores” que pueda tener un “influenciador” se trata de ese impacto real que pueda generar con un valor contribuyente a la industria y un respeto por quienes nos siguen realmente.